¿Cómo se viste al Niño Dios el 2 de febrero?

Escrito por Maricarmen García Ibáñez

 

A mediados de enero, unos cuantos días después de Navidad, los mercados comienzan a vestirse de ropones blancos y color pastel; también, de canastitos, pequeñas sillas doradas y de los diferentes trajes con que se identifican las numerosas representaciones del Niño Jesús, como el Niño de las Suertes, el Niño de las Palomitas y el Niñopa o Niño Pan. Igualmente, muchos locales exhiben las figuras ya vestidas de los clientes que irán a recogerlas para llevarlas a bendecir el 2 de febrero, Día de la Candelaria.

 

¿Cuál es el origen y significado de esta tradición?

 

La tradición de vestir al Niño Dios y llevarlo a la iglesia el 2 de febrero tiene su origen en la época del nacimiento de Jesús. En aquel tiempo, una ley ordenaba que a los 40 días de nacido, el primogénito debía ser presentado en el templo para ser purificado. Los padres de la criatura tenían que llevar una ofrenda de acuerdo con sus posibilidades económicas. San José, el padre de Jesús, ofreció dos palomas.  En caso de que el primogénito resultara ser primogénita, esta tenía que ser presentada a los 80 días de nacida.  Así pues, el pequeño Jesús fue llevado al templo, por sus padres, cuando la Virgen María cumplió la cuarentena de su parto. Para el siglo IV después de Cristo, la celebración de la Presentación del Niño Jesús ya era una fiesta muy popular en Jerusalén. En el siglo Vl, Justiniano, emperador de Bizancio, decretó el 2 de febrero como día festivo en el imperio de aquel lugar.

 

La presentación del niño Dios

 

Vestir de gala al Niño Jesús y llevarlo al templo para oír misa y ser bendecido es una acción de gran significado para los católicos, ya que no se trata de un simple trámite sino de un acto de agradecimiento a Dios por haber enviado a su hijo a ablandar nuestros corazones y a conducirnos por el camino de la salvación eterna. Además, así como la Noche Buena y la Navidad, es una fecha para reflexionar sobre la presencia de Dios en nuestra vida, la obediencia de la Virgen María y, naturalmente, sobre nuestro amor al Señor.

 

La vestimenta del niño Dios

 

Acerca de los trajes que porta el Niño Dios, existen varias versiones. Una de ellas dice que se debe vestir siempre con un mameluco, debido a que es un bebé. Sin embargo, hay personas que lo visten con base en la profesión u oficio al que se dedican. Por eso, a veces, vemos niños con traje de médico, de maestro o de albañil. Otros creyentes acostumbran vestirlo con el traje característico del santo que veneran; uno muy famoso es el Niño vestido de San Judas Tadeo. Lo hacen así por mera devoción al santo o por cumplirle una manda.

 

 

Por su parte, la Iglesia Católica está en desacuerdo con que al Niño Dios se le coloquen trajes de santo, debido a que los santos no están a la altura de Dios; por lo tanto, vestirlo como ellos equivale a bajarlo de jerarquía. Lo mismo sucede con los niños vestidos de futbolistas o de cualquier otra cosa ajena a la tradición de su presentación. Cabe mencionar que sin importar la ropa que se le ponga, el hecho de darse el tiempo de vestirlo y llevarlo a la iglesia el 2 de febrero es una indudable demostración de fe.